¿No es una buena idea tener ratones en casa? Si hubiera un ratón en la habitación, ¿serías el primero en salir? Estos son signos de una musofobia común (fobia a los roedores).

musofobia

No es de extrañar que las personas con fobia a los roedores subestimen las molestias que una infestación de roedores puede causar en su hogar. Los roedores son una molestia en el hogar, pero el miedo que causan tiene una historia interesante.

Musofobia: un miedo basado en la sensibilidad

La musofobia también se conoce como surifobia. Puede parecer una tontería que una persona grande tenga miedo de un pequeño roedor, pero en realidad este miedo tiene una larga historia que se remonta a miles de años. Los roedores y los humanos llevan conviviendo más tiempo que nosotros, buscando hogares humanos y lugares cálidos para alimentarse.

Estas plagas pueden ser una gran molestia, incluso dejar excrementos en tu casa. Debido a su tamaño, los roedores excretan muchas heces, que están llenas de parásitos.

Los roedores pueden transmitir parásitos a los humanos y causar enfermedades desagradables como la peste bubónica. También pueden causar problemas al estropear los preciados alimentos, dañar la ropa y los tejidos, y hacer nidos.

A menudo, las personas heredan de sus antepasados el miedo a los ratones y las ratas. Por otra parte, este miedo ha permitido probablemente a muchas personas a lo largo de los siglos protegerse, evitar enfermedades y conservar la preciosa ropa de invierno.

Los roedores pueden ser pequeños mamíferos, pero las molestias que causan están a la altura de los humanos.

Causas de la musofobia

La fobia a los roedores es una fobia común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Mucha gente piensa que los ratones son «lindos y adorables», mientras que las personas con fobia a los ratones piensan que son «asquerosos y enfermos».

  • Como muchas otras fobias a los animales, la fobia a los ratones está causada por experiencias negativas y traumas asociados a los ratones. Incluso ser mordido por un ratón en la infancia puede desencadenar esta fobia.
  • Los dibujos animados, los libros, las películas y los programas de televisión estereotipan a estas criaturas. Un ejemplo típico es el personaje femenino que, cuando se ve amenazado por un ratón, salta sobre una silla o una mesa y grita.
  • Las ratas y los roedores salvajes no son bienvenidos en los hogares. Por ello, suelen esconderse en las grietas cercanas a las despensas, las cocinas y otros lugares donde abunda la comida. Por supuesto, pueden pillar desprevenida a la gente y asustarla.
  • Se sabe que las ratas y los ratones son portadores de agentes causantes de enfermedades. También se sabe que han propagado la peste negra, que ha matado a muchas personas. Suelen vivir en alcantarillas, desagües y lugares oscuros, húmedos y sucios. Las ratas también son portadoras de parásitos, como las pulgas, que pueden ser peligrosos para las personas y los animales domésticos.
  • La gente está condicionada desde la infancia a temer a las ratas y a los roedores salvajes. Es posible que los padres o los cuidadores adultos hayan gritado o saltado sobre una silla al asustarse por una rata. Los niños imitan inconscientemente este comportamiento y acaban desarrollando una reacción de miedo que se convierte en un temor a los roedores para toda la vida.

Síntomas de la musofobia

Gritar de miedo al ver un ratón es un signo de musofobia. Las personas con este miedo pueden angustiarse mucho cuando ven un ratón y huir asustadas o desmayarse brevemente. Cuando el cuerpo está sometido a mucho estrés y tensión, algunas personas pueden sentir náuseas.

Las señales incluyen:

  • Estás muy preocupado por los ratones o roedores.
  • Te sientes estresado pensando en ratones o roedores.
  • Sentirse abrumado cuando ve imágenes de ratones o roedores.
  • Desmayo al ver un ratón o una rata.
  • Los ratones o las ratas provocan mareos, histeria, sudoración o aumento del ritmo cardíaco.
  • Las ratas provocan náuseas.
  • En casos extremos, pueden producirse ataques de pánico al mencionar una rata o al ver una rata en una fotografía o en la televisión.
  • Evitar activamente los lugares donde puedan estar presentes estos animales, como las tiendas de animales.

¿Cómo tratar la musofobia?

A diferencia de otras fobias como la claustrofobia, la fobia a la sangre o la fobia a las lesiones, no es habitual tratar la fobia a los ratones. Y es que esta fobia no suele interferir en la vida normal, sobre todo si se traslada a un lugar donde a veces se consigue con los roedores.

En la mayoría de los casos, una persona que se ve «obligada» a estar en un entorno en el que estas criaturas pueden aparecer con la mayor frecuencia posible. Por ejemplo, en las grandes ciudades calurosas o donde hay basura o comida.

Sin embargo, si pasan mucho tiempo interactuando con roedores, como por ejemplo trabajando en una tienda de animales, no suelen desarrollar fobias y, si inicialmente sienten miedo, pueden reprimirlo.

No obstante, es importante tratar la fobia, ya que si no se trata puede hacerse más frecuente o más grave.

Una forma eficaz de superar la fobia a los roedores es la exposición, especialmente la exposición en vivo. Sin embargo, también es posible utilizar la exposición imaginaria, la realidad virtual o una combinación de ambas.

La clave es aumentar gradualmente la complejidad de la experiencia hasta que el miedo desaparezca. La activación fisiológica y emocional en respuesta a tales estímulos se reduce por el fenómeno de «habituación». Es decir, el proceso por el cual una persona se «acostumbra» a los estímulos aterradores.

Nunca se sabe cuándo se verá un ratón en la calle o en la televisión. Tus amigos y familiares probablemente los tratarán como si fueran mascotas, y si no lo entiendes, te sentirás incómodo la próxima vez que los visites. He aquí algunas ideas generales para ayudar a reducir la fobia a las ratas.

  • Si tu musofobia es tan grave que está afectando negativamente a tu vida personal o laboral, consulta a un médico o a un asesor profesional. En el peor de los casos, la gente no querrá salir de sus casas. Las soluciones a largo plazo incluyen la psicoterapia, la hipnoterapia, la terapia cognitivo-conductual y la terapia de desensibilización progresiva. En casos menos extremos, los ansiolíticos pueden ser eficaces.
  • Busca más información sobre ratas y ratones. La medicina moderna ha dejado obsoletas muchas enfermedades infecciosas y puede ayudar a reducir la ansiedad.
  • Obtén consejos sobre cómo mantenerse activo y mantener tu espacio limpio y seguro. Elimina adecuadamente la basura, tapa los agujeros de las mamparas y los cimientos y elimina las manchas de humedad Esto puede evitar fácilmente que los roedores aparezcan de repente en tu casa.
  • Llama a una empresa profesional de control de plagas para que inspeccione tu casa.

Preguntas frecuentes

Lo que hay que saber sobre las ratas

Los animales como las ratas son una “amenaza” para las personas con fobia a los ratones, pero el sentido común es el poder. He aquí algunos datos sencillos que debe conocer sobre los ratones y las ratas.

  • Posible transmisión de patógenos: algunas razas de ratones y otros roedores pueden transmitir patógenos. Sin embargo, el riesgo de transmisión de enfermedades es mínima si no se tienen demasiados ratones. Las ratas y los roedores no suponen un riesgo para la salud.
  • Cada vez son más numerosos. Si ves señales de ratas o ratones, es posible que haya más. Cuanto antes elimines el problema, más fácil será reducir la población.
  • Dejan huellas: el primer signo evidente de la presencia de ratas y roedores son las heces en tu casa. Si padeces fobia a las ratas, intenta ser realista y no tener miedo hasta que veas este símbolo evidente de una presencia no deseada.

¿Cómo se diagnostica la fobia a las ratas?

La mayoría de la gente suele sentirse incómoda con las ratas en su entorno habitual. Sin embargo, la fobia es una reacción de miedo más profunda y exagerada de lo normal.

Para realizar el diagnóstico se suelen utilizar los criterios del DSM-V para las fobias específicas. En el caso de las ratas se han aplicado los siguientes elementos

  1. Miedo o ansiedad intensos ante un objeto o situación específica (en este caso la rata). En los niños, esto puede manifestarse con llantos, rabietas, parálisis o aferramiento a algo.
  2. Estos animales siempre o casi siempre provocan ansiedad o miedo a corto plazo.
  3. La fobia va acompañada de ansiedad o miedo intensos y de evitación o resistencia activa al objeto de la fobia.
  4. El miedo o la ansiedad son desproporcionados con respecto al riesgo real que supone el roedor y al entorno social y cultural. Las ratas están demonizadas en muchas civilizaciones, por lo que el miedo tendría que ser mucho mayor (que la actitud negativa habitual) para ser considerado patológico.
  5. Este miedo, ansiedad o evitación debe ser persistente y durar al menos seis meses.
  6. El miedo, la ansiedad o la evitación deben causar una angustia clínicamente significativa o una incapacidad social, laboral o de otro tipo.
  7. Los cambios no pueden explicarse por los signos de otros trastornos mentales como la agorafobia, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de estrés postraumático o la ansiedad social.

Fuentes