Trastornos

Los trastornos psicológicos, también conocidos como trastornos mentales o psiquiátricos, son patrones de comportamiento, pensamiento o emociones anormales, inadaptados o disfuncionales que pueden causar angustia, malestar emocional y/o dificultades en el funcionamiento diario de una persona. Estos trastornos afectan la forma en que una persona piensa, siente, se comporta y se relaciona con los demás, y pueden interferir significativamente en su calidad de vida.

Los trastornos psicológicos son diagnosticados y clasificados según criterios establecidos en manuales de diagnóstico, como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud.

Hay una amplia variedad de trastornos psicológicos, que incluyen, entre otros:

  1. Trastornos de ansiedad: como el trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico y trastorno de ansiedad social.
  2. Trastornos del estado de ánimo: como la depresión mayor y el trastorno bipolar.
  3. Trastornos alimentarios: como la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno por atracón.
  4. Trastornos de la personalidad: como el trastorno límite de la personalidad, trastorno narcisista de la personalidad y trastorno antisocial de la personalidad.
  5. Trastornos psicóticos: como la esquizofrenia y el trastorno esquizoafectivo.
  6. Trastornos del sueño: como el insomnio y la apnea del sueño.
  7. Trastornos por estrés y traumas: como el trastorno por estrés postraumático y trastorno de adaptación.
  8. Trastornos del neurodesarrollo: como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad y el trastorno del espectro autista.

El tratamiento de los trastornos psicológicos puede incluir terapia psicológica (como la terapia cognitivo-conductual), medicación (como antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos), intervenciones de autoayuda y apoyo social, y cambios en el estilo de vida. La efectividad del tratamiento puede variar según el tipo de trastorno, la gravedad y la respuesta individual del paciente.

Trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad, como hemos dicho anteriormente, son un conjunto de condiciones caracterizadas por una preocupación, nerviosismo o miedo excesivos e irracionales que pueden afectar la calidad de vida y el funcionamiento diario de una persona. A continuación, se describen cinco tipos comunes de trastornos de ansiedad.

Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación y ansiedad persistentes y excesivas que duran al menos seis meses. Las personas con TAG a menudo se preocupan por una variedad de temas, como la salud, el trabajo, las relaciones y las finanzas, incluso cuando no hay razón para sentir ansiedad. Los síntomas físicos asociados con el TAG incluyen tensión muscular, fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad y problemas de sueño.

Trastorno de pánico

El trastorno de pánico se manifiesta a través de ataques de pánico recurrentes e inesperados. Un ataque de pánico es una ola repentina de miedo intenso que alcanza su punto máximo en minutos y puede incluir síntomas como palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar, náuseas y mareos. Las personas con trastorno de pánico pueden preocuparse constantemente por experimentar otro ataque de pánico y pueden evitar situaciones o lugares que podrían desencadenar un ataque.

Trastorno de ansiedad social (TAS)

El trastorno de ansiedad social, también conocido como fobia social, se caracteriza por un miedo intenso e irracional a ser juzgado, humillado o rechazado en situaciones sociales. Las personas con TAS pueden experimentar ansiedad en situaciones como hablar en público, conocer gente nueva o asistir a eventos sociales. Esto puede resultar en el aislamiento social y afectar negativamente la vida personal y profesional de una persona.

Trastorno de ansiedad por separación

El trastorno de ansiedad por separación es un tipo de ansiedad que se presenta principalmente en niños, aunque también puede afectar a adultos en algunos casos. Se caracteriza por un miedo intenso e irracional a separarse de las personas a las que están apegados, como los padres o cuidadores. Los niños con este trastorno pueden experimentar ansiedad al ir a la escuela, quedarse en casa de un amigo o estar lejos de sus padres durante un período prolongado.

Fobias específicas

Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad en el que una persona experimenta un miedo intenso e irracional a un objeto, situación o actividad específica. Las fobias pueden ser muy diversas, como el miedo a volar, a los animales, a las agujas o a los espacios cerrados. Las personas con fobias específicas a menudo experimentan ansiedad y pánico extremos cuando se enfrentan al objeto o situación temida y pueden tomar medidas extremas para evitar la exposición a estos desencadenantes.

Trastornos del estado de ánimo

negacionista

Los trastornos del estado de ánimo, también conocidos como trastornos afectivos, son un grupo de condiciones que afectan la forma en que una persona experimenta y regula sus emociones. Estos trastornos pueden manifestarse en forma de episodios de depresión, manía o hipomanía. A continuación, se describen cuatro tipos comunes de trastornos del estado de ánimo.

Depresión mayor

La depresión mayor, también conocida como trastorno depresivo mayor, es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por síntomas de tristeza persistente, pérdida de interés en actividades que solían ser placenteras, cambios en el apetito y el sueño, fatiga, dificultad para concentrarse y sentimientos de inutilidad o culpa. La depresión mayor puede afectar significativamente la capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias y puede aumentar el riesgo de suicidio.

Trastorno bipolar

El trastorno bipolar, anteriormente conocido como trastorno maníaco-depresivo, es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por episodios extremos de cambios en el estado de ánimo, la energía y la actividad. Las personas con trastorno bipolar experimentan episodios de manía (alta energía, euforia y comportamiento impulsivo) y depresión (baja energía, tristeza y pérdida de interés en las actividades). Estos episodios pueden durar desde días hasta meses y pueden afectar seriamente la vida personal y profesional de una persona.

Distimia (trastorno depresivo persistente)

La distimia, también conocida como trastorno depresivo persistente, es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una depresión leve a moderada que dura al menos dos años. Aunque los síntomas de la distimia pueden ser menos graves que los de la depresión mayor, pueden afectar negativamente la calidad de vida y el funcionamiento diario de una persona. Las personas con distimia pueden experimentar síntomas como tristeza crónica, baja autoestima, problemas de sueño y dificultad para concentrarse.

Trastorno afectivo estacional (TAE)

El trastorno afectivo estacional (TAE) es un tipo de depresión que se presenta en ciertas épocas del año, generalmente durante los meses de otoño e invierno, cuando hay menos luz solar. Los síntomas del TAE pueden incluir tristeza, irritabilidad, fatiga, aumento del apetito y deseo de dormir más. El TAE se cree que está relacionado con cambios en la producción de melatonina y serotonina en el cerebro debido a la disminución de la exposición a la luz solar. El tratamiento para el TAE puede incluir terapia de luz, terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicación antidepresiva.

Trastornos alimentarios

Los trastornos alimentarios son condiciones graves relacionadas con patrones de comportamiento alimentario y preocupaciones extremas por el peso y la apariencia física. Estos trastornos pueden tener efectos negativos en la salud física y emocional de una persona y, en casos graves, pueden ser potencialmente mortales. A continuación, se describen cuatro tipos comunes de trastornos alimentarios.

Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario caracterizado por una restricción severa de la ingesta de alimentos, un miedo intenso a aumentar de peso y una percepción distorsionada de la imagen corporal. Las personas con anorexia pueden tener un peso extremadamente bajo y suelen negarse a mantener un peso corporal saludable. Además, pueden presentar signos de desnutrición, como fatiga, pérdida de cabello, piel seca y amenorrea (ausencia de menstruación).

Bulimia nerviosa

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario en el que una persona tiene episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos seguidos de comportamientos compensatorios, como el vómito autoinducido, el uso excesivo de laxantes o diuréticos, ayuno o ejercicio excesivo. Las personas con bulimia suelen tener un peso normal o ligeramente superior, pero también experimentan un miedo intenso a engordar y una insatisfacción con su cuerpo.

 Trastorno por atracón

El trastorno por atracón se caracteriza por episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos en un corto período de tiempo, acompañados de una sensación de falta de control y angustia emocional. A diferencia de la bulimia nerviosa, las personas con trastorno por atracón no realizan comportamientos compensatorios para «deshacerse» de las calorías consumidas. El trastorno por atracón puede estar asociado con el sobrepeso u obesidad y puede aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el peso, como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.

Trastorno de la alimentación nocturna

El trastorno de la alimentación nocturna es un trastorno alimentario en el que una persona consume la mayoría de sus calorías durante la noche y tiene dificultades para dormir debido a la necesidad de comer. Este trastorno puede estar relacionado con la ansiedad, el estrés y la depresión, y puede conducir a un aumento de peso y problemas de salud relacionados. El tratamiento para el trastorno de la alimentación nocturna puede incluir terapia cognitivo-conductual, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicación para tratar problemas de sueño o ansiedad subyacentes.

Trastornos de la personalidad

Trastorno de conducta

Los trastornos de la personalidad son patrones de comportamiento, pensamiento y relación inflexibles y duraderos que pueden causar malestar o deterioro significativo en la vida de una persona. Estos trastornos suelen comenzar en la adolescencia o en la adultez temprana y pueden afectar diversos aspectos de la vida de una persona, como sus relaciones, el trabajo y la autoimagen. A continuación, se describen cuatro tipos de trastornos de la personalidad.

Trastorno límite de la personalidad (TLP)

El trastorno límite de la personalidad se caracteriza por una inestabilidad emocional intensa, relaciones interpersonales turbulentas, impulsividad y una autoimagen inestable. Las personas con TLP pueden experimentar episodios de ira, depresión o ansiedad que duran desde unas pocas horas hasta unos días. También pueden tener dificultades para manejar el abandono y pueden involucrarse en comportamientos autodestructivos, como autolesiones o intentos de suicidio.

Trastorno narcisista de la personalidad (TNP)

El trastorno narcisista de la personalidad se caracteriza por un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía hacia los demás. Las personas con TNP pueden tener una autoimagen inflada, creyendo que son superiores a los demás y merecen un trato especial. También pueden ser muy sensibles a la crítica y pueden tener dificultades para mantener relaciones interpersonales sanas debido a su incapacidad para comprender y responder a las necesidades y sentimientos de los demás.

Trastorno antisocial de la personalidad (TAP)

El trastorno antisocial de la personalidad se caracteriza por un patrón persistente de comportamiento irresponsable, impulsivo y desconsiderado hacia los demás. Las personas con TAP pueden violar los derechos de los demás, como mentir, robar o agredir, y a menudo carecen de remordimientos o culpa por sus acciones. El trastorno antisocial de la personalidad está estrechamente relacionado con la psicopatía y la sociopatía y puede ser difícil de tratar debido a la falta de motivación para cambiar por parte de la persona afectada.

Trastorno evitativo de la personalidad

El trastorno evitativo de la personalidad se caracteriza por un patrón de inhibición social, sentimientos de inferioridad y hipersensibilidad al rechazo. Las personas con este trastorno a menudo evitan situaciones sociales y actividades que involucren contacto interpersonal debido a un miedo intenso al rechazo, la crítica o el ridículo. Esto puede limitar significativamente las oportunidades de trabajo, amistad y romance para las personas con trastorno evitativo de la personalidad. El tratamiento puede incluir terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicación para abordar síntomas de ansiedad asociados.

Trastornos psicóticos

Los trastornos psicóticos son un grupo de enfermedades mentales graves que afectan la percepción de la realidad, el pensamiento y el comportamiento de una persona. Estos trastornos pueden causar síntomas como alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento y aislamiento social. A continuación, se describen tres tipos de trastornos psicóticos.

Esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno psicótico crónico y grave que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Los síntomas pueden incluir alucinaciones (escuchar o ver cosas que no existen), delirios (creencias falsas y fijas), pensamiento desorganizado y comportamiento anormal o extraño. La esquizofrenia también puede causar dificultades en el funcionamiento social y ocupacional, así como en el autocuidado. El tratamiento para la esquizofrenia puede incluir medicación antipsicótica y terapia, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia familiar.

Trastorno esquizoafectivo

El trastorno esquizoafectivo es una condición que combina síntomas de esquizofrenia y trastornos del estado de ánimo, como la depresión mayor o el trastorno bipolar. Las personas con trastorno esquizoafectivo experimentan tanto síntomas psicóticos (como alucinaciones y delirios) como síntomas afectivos (como episodios de depresión o manía). El tratamiento para el trastorno esquizoafectivo puede incluir una combinación de medicamentos antipsicóticos, antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo, así como terapias psicoterapéuticas y apoyo social.

Trastorno delirante

El trastorno delirante es un tipo de trastorno psicótico caracterizado por la presencia de uno o más delirios persistentes sin otros síntomas psicóticos significativos, como alucinaciones o trastornos del pensamiento. Los delirios en el trastorno delirante son creencias fijas e irracionales que no se basan en la realidad y que no pueden modificarse mediante pruebas o argumentos racionales. Los delirios pueden ser de varios tipos, como persecución, celos, grandeza o somatización. El tratamiento para el trastorno delirante puede incluir medicación antipsicótica y terapia cognitivo-conductual para ayudar a la persona a enfrentar y modificar sus creencias delirantes.

Trastornos del sueño

Hipnofobia

Los trastornos del sueño son condiciones que afectan la calidad, duración o el momento del sueño de una persona. Estos trastornos pueden tener un impacto negativo en la salud física y mental, así como en el rendimiento diario. A continuación, se describen cuatro tipos comunes de trastornos del sueño.

Insomnio

El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por dificultades para conciliar el sueño, mantenerse dormido o despertarse temprano sin poder volver a dormirse. El insomnio puede ser agudo (a corto plazo) o crónico (a largo plazo) y puede estar relacionado con factores como el estrés, la ansiedad, los malos hábitos de sueño o condiciones médicas subyacentes. El tratamiento del insomnio puede incluir terapias conductuales, como la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I), la adopción de una buena higiene del sueño y, en algunos casos, medicamentos para dormir.

Apnea del sueño

La apnea del sueño es un trastorno en el cual la respiración de una persona se interrumpe repetidamente durante el sueño, lo que resulta en una reducción del oxígeno en la sangre y sueño fragmentado. La apnea obstructiva del sueño, que es la forma más común, ocurre cuando las vías respiratorias se bloquean parcial o completamente. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, el uso de dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) o, en casos graves, cirugía.

Narcolepsia

La narcolepsia es un trastorno del sueño crónico caracterizado por somnolencia diurna excesiva, debilidad muscular repentina (cataplejía), alucinaciones hipnagógicas y parálisis del sueño. Este trastorno afecta el ciclo normal de vigilia y sueño debido a una disfunción en la regulación del sueño REM. El tratamiento de la narcolepsia puede incluir medicamentos estimulantes para mejorar la vigilia, antidepresivos para tratar la cataplejía y una buena higiene del sueño.

Trastorno del ritmo circadiano

El trastorno del ritmo circadiano es una alteración en el reloj biológico interno de una persona que regula el ciclo de sueño-vigilia. Este trastorno puede manifestarse como insomnio, somnolencia diurna excesiva o ambos, y puede deberse a factores como el trabajo por turnos, el jet lag o el síndrome de fase del sueño retrasada. El tratamiento puede incluir terapia de luz brillante, melatonina, cronoterapia o cambios en el estilo de vida para ayudar a restablecer un ciclo regular de sueño-vigilia.

Trastornos por estrés y traumas

Los trastornos por estrés y traumas son condiciones psicológicas que resultan de la exposición a eventos traumáticos o altamente estresantes. Estos trastornos pueden afectar la capacidad de una persona para funcionar normalmente en su vida diaria y pueden requerir tratamiento profesional para ayudar a manejar y superar los síntomas.

Trastorno por estrés postraumático (TEPT)

El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es un trastorno mental que puede desarrollarse después de experimentar o presenciar un evento traumático, como un accidente, un desastre natural, un ataque, abuso o guerra. Los síntomas del TEPT pueden incluir flashbacks, pesadillas, evitación de situaciones que recuerden el trauma, cambios en el estado de ánimo y la irritabilidad, y una respuesta exagerada al miedo. El tratamiento para el TEPT puede incluir terapia cognitivo-conductual (TCC), terapia de exposición, terapia de procesamiento cognitivo y medicamentos, como antidepresivos o ansiolíticos.

Trastorno por estrés agudo

El trastorno por estrés agudo es una respuesta temporal a un evento traumático o estresante que ocurre dentro de un mes después de la exposición. Los síntomas pueden ser similares a los del TEPT, pero de menor duración, e incluir recuerdos intrusivos, evitación, cambios en el estado de ánimo y aumento de la ansiedad. El tratamiento para el trastorno por estrés agudo puede centrarse en el apoyo emocional, la terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicamentos para ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el sueño.

Trastorno de adaptación

El trastorno de adaptación es una respuesta emocional o conductual anormal a un cambio o estresor en la vida, como la pérdida de un ser querido, el divorcio, el desempleo o una enfermedad. Los síntomas del trastorno de adaptación pueden incluir tristeza, preocupación, problemas de sueño, aislamiento social y cambios en el apetito. Este trastorno generalmente se resuelve dentro de seis meses una vez que el estresor ha sido eliminado o la persona ha aprendido a adaptarse a la situación. El tratamiento puede incluir terapia cognitivo-conductual, terapia de apoyo, grupos de apoyo y, en algunos casos, medicamentos para aliviar los síntomas de ansiedad o depresión.

Trastornos del neurodesarrollo

Los trastornos del neurodesarrollo son un grupo de condiciones que afectan el desarrollo cerebral y el funcionamiento cognitivo, emocional y conductual de una persona. Estos trastornos suelen manifestarse en la infancia y pueden persistir a lo largo de la vida adulta, afectando la capacidad de una persona para aprender, comunicarse y relacionarse con los demás. El tratamiento para los trastornos del neurodesarrollo puede incluir terapia, intervenciones educativas y, en algunos casos, medicamentos.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad. Los niños y adultos con TDAH pueden tener dificultades para concentrarse, organizarse, seguir instrucciones y controlar sus impulsos. El tratamiento para el TDAH puede incluir terapia cognitivo-conductual, entrenamiento en habilidades sociales, intervenciones educativas y medicamentos estimulantes o no estimulantes.

Trastorno del espectro autista (TEA)

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, el comportamiento y la interacción social. Las personas con TEA pueden tener dificultades para comprender y responder a las señales sociales, desarrollar habilidades de lenguaje y comunicación, y mostrar comportamientos repetitivos o restringidos. El tratamiento para el TEA puede incluir terapias de intervención temprana, terapia del habla y del lenguaje, terapia ocupacional, terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicamentos para controlar síntomas específicos.

Discapacidad intelectual

La discapacidad intelectual es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y las habilidades adaptativas, como la comunicación, el cuidado personal y las habilidades sociales. La discapacidad intelectual puede ser causada por factores genéticos, ambientales o una combinación de ambos. El tratamiento para la discapacidad intelectual puede incluir intervenciones educativas, terapia del habla y del lenguaje, terapia ocupacional y apoyo a la vida diaria.

Trastornos del aprendizaje

Los trastornos del aprendizaje son un grupo de trastornos del neurodesarrollo que afectan la capacidad de una persona para procesar, almacenar y recuperar información, lo que dificulta la adquisición de habilidades académicas como la lectura, la escritura y las matemáticas. Estos trastornos incluyen la dislexia, la discalculia y la disgrafía. El tratamiento para los trastornos del aprendizaje puede incluir intervenciones educativas especializadas, terapia del habla y del lenguaje, terapia ocupacional y apoyo en el aula.