La iatrofobia es un extraño miedo a los médicos. En esta condición, es muy difícil, si no imposible, obtener ayuda de un médico, incluso con pruebas de rutina. 

Iatrofobia

La iatrofobia es una de las fobias más conocidas, junto con la averofobia (miedo a volar), la kakorrhaphiophobia  (miedo al fracaso) y la triskaidekafobia (miedo al número 13).

Muchas personas tienen miedo de ir al médico porque piensan que éste les hará un diagnóstico. Para las personas con iatrofobia, esto significa que cuanto más sepan sobre el estado actual de su cuerpo, más sabrán sobre los posibles riesgos para la salud.

Se sabe que incluso las personas que no tienen una enfermedad mental tienen más probabilidades de que se les diagnostique un trastorno si acuden a un médico y buscan tratamiento.

Sin embargo, siempre resuelven sus problemas diciendo que necesitan una intervención para estar más sanos. Es este enfoque lógico el que les hace esperar ansiosamente en la sala de espera del médico a que les llamen por su nombre.

Las personas con iatrofobia no pueden conducir junto a un médico debido a un fuerte miedo irracional. Creen que no se puede confiar en los médicos y que sólo tienen en cuenta sus propios intereses y el éxito de la clínica u hospital.

Sin embargo, el tratamiento adecuado de los síntomas y las afecciones puede salvarle la vida. También pueden averiguar qué peligros corren las personas que sufren de iatrofobia (por ejemplo, negarse a tratar su enfermedad).

Causas de la iatrofobia y el miedo a los médicos

La mayoría de las fobias se desarrollan en la infancia, pero no es infrecuente que las personas tengan miedo de ir al médico en la edad adulta.

  • A menudo se asocia a los médicos con agujas y vacunas y se tiende a ofrecer una «pastilla amarga». En muchos casos, es necesario acudir al médico en cuanto uno se siente mal física o mentalmente.
  • Los médicos suelen trabajar en hospitales y otras instituciones donde los traumatismos, los accidentes y las muertes son habituales. Pueden haber experimentado acontecimientos negativos o traumáticos en la infancia que les hayan causado disforia.
  • Además, a algunas personas no les gusta enfrentarse la autoridad. (En el ámbito médico, los médicos son la autoridad). Esto puede conducir a un miedo o temor a los médicos.
  • Las personas adictas al alcohol o a las drogas tienen miedo de los médicos porque piensan que tendrán que enfrentarse a esa vergüenza.
  • La confianza de los pacientes en los médicos también ha disminuido en los últimos años. Una encuesta reciente mostró que alrededor del 40% de los pacientes de EE.UU. creen que los médicos de hoy no valoran la tranquilidad de los pacientes tanto como lo hacían hace décadas.
  • Los vídeos médicos y los informes sobre cirugías fallidas y errores médicos también pueden crear una imagen negativa de los médicos, lo que puede ser preocupante.

Síntomas frecuentes de la iatrofobia

Las personas con iatrofobia y otras fobias específicas sienten una ansiedad extrema ante la mera idea de conocer o ver a un médico.

Son incapaces de controlar este miedo y aumenta su ansiedad. En casos extremos, este miedo puede conducir a verdaderos ataques de pánico.

La adrenalina liberada hace que la víctima corra o luche. Las reacciones físicas y/o fisiológicas en este estado les permiten tomar decisiones en situaciones de miedo. Deciden huir del incidente (huida) o quedarse y combatir el miedo (lucha).

La iatrofobia también puede estar relacionada con otras enfermedades, como la nosofobia (miedo a la enfermedad) o la dentofobia (miedo al dentista).

También puede provocar «hipertensión de bata blanca«. Este fenómeno provoca un aumento significativo de la presión arterial en el momento de la visita al médico. Según el DSM-V, la ansiedad debe durar al menos seis meses.

Los siguientes signos indican que puede tener iatrofobia, incluida la ansiedad.

  • Ansiedad extrema por ir al médico
  • Ansiedad extrema por solo pensar en ir al médico
  • Ataques de pánico reales
  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Desconocimiento de los signos de la enfermedad
  • Fingir estar sano para evitar la atención médica
  • Gritar y llorar cuando se visita al médico
  • Hiperventilación
  • Incapacidad de controlar la ansiedad
  • Incluso una lesión menor puede hacer temer que haya ocurrido algo grave
  • Náuseas
  • Negarse a ver a un médico
  • Sudoración excesiva
  • Tensión muscular

Si están presentes al menos de tres a cinco de los signos anteriores, incluida la ansiedad, se diagnostica iatrofobia.

Tratamiento para la iatrofobia

En esta sección nos enfocamos en el tratamiento del trastorno, el cual se caracteriza por el hecho de que la gente no quiere tratar su fobia. Como sabes, no existe un tratamiento específico para la iatrofobia.

Sin embargo, la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia de exposición y la medicación (por ejemplo, los ansiolíticos) pueden ayudar a reducir los síntomas asociados a esta fobia.

La TCC ayuda a los pacientes a pensar de forma diferente sobre su miedo a los médicos para que puedan aprender a enfrentarse a él cuando reciban las señales adecuadas.

La TCC y la psicoterapia pueden ser intervenciones muy eficaces para las personas con iatrofobia. Entre otras cosas, es costoso que muchos terapeutas no tengan el doctorado para llevar a cabo estos procedimientos por sí mismos. Por tanto, se les considera no médicos.

La terapia de exposición es un tratamiento eficaz para las fobias. En esta terapia, el paciente se acerca gradualmente al terapeuta para adormecer sus sensaciones.

Suele empezar con el terapeuta imitando el papel de un médico o con el paciente visitando a su propio médico para ver hasta dónde puede llegar con las habilidades aprendidas por el terapeuta.

Tratamiento psiquiátrico de la iatrofobia

  • Ansiolíticos

Estos medicamentos pueden ser muy útiles para prevenir los ataques de pánico. Dado que las personas con fobias sufren ataques de pánico con regularidad, estos fármacos pueden tener un efecto profundo en las personas con iatrofobia grave. 

Los ansiolíticos más comunes son Klonopin, Valium y Xanax. Estos fármacos no suelen tomarse a diario, pero pueden utilizarse en caso de fobias graves. 

Sin embargo, hay que consultar a un médico antes de decidirse a utilizarlos para asegurarse de que son seguros y eficaces.

  • Antidepresivos

Estos fármacos no sólo son eficaces para la depresión, sino también para los trastornos de ansiedad, como el miedo a las alturas. Los antidepresivos más utilizados son Lexapro, Zoloft y Paxil. Estos medicamentos pueden reducir los síntomas de la iatrofobia.

Estos medicamentos suelen tomarse a diario. Aunque son eficaces para prevenir los ataques de pánico, se utilizan más bien para reducir la ansiedad cotidiana. Habla con tu médico sobre si los antidepresivos pueden ayudar a controlar los síntomas de la iatrofobia y si son seguros de tomar.

Consejos para superar el miedo al médico

  1. Planifica bien tu visita: intenta reservar a primera hora de la mañana o a última de la tarde para evitar largas esperas en la recepción.
  2. Mantente distraído: coge un libro o escucha tus canciones favoritas para relajarte mientras esperas.
  3. Hacer cosas con otra persona: tener a un amigo o familiar cerca no sólo puede ser tranquilizador, sino que también puede ayudarte a identificar cosas importantes que puedes haber pasado por alto debido al estrés.
  4. Controla tu respiración: Prueba la técnica de respiración 4-7-8 (inhala contando hasta 4, mantén la respiración contando hasta 7 y exhala contando hasta 8).
  5. Se sincero sobre tus temores: tu médico tiene derecho a conocer su salud física y mental. Si le cuentas a tu médico tus miedos y ansiedades, podrá ayudarte mejor.

La diferencia entre este síndrome y el miedo a las inyecciones

Otra fobia relacionada con el miedo a los médicos es la tripanofobia (miedo a las inyecciones). La tripanofobia (miedo a las inyecciones) es un trastorno que afecta a la capacidad de una persona para acudir a un centro sanitario para una inyección. 

Por lo tanto, tiene algo en común con la fobia a los médicos. Sin embargo, la iatrofobia es más común y puede afectar a una persona independientemente de que tenga que vacunarse o acudir a un centro sanitario para hacerlo.

Las fobias también pueden aparecer durante un simple examen médico de rutina y son un criterio heterogéneo que varía según el funcionamiento de quien las padece.

En casos graves, el paciente puede tener miedo al contacto directo con el medicamento o a la auscultación.

El miedo a los médicos y a las inyecciones puede llevar a una persona a abstenerse de vacunarse, por ejemplo contra el tétanos, o a evitar ir al médico aunque haya contraído una enfermedad grave, poniendo en peligro su propio historial.

Consecuencias de la iatrofobia

Esta condición debe tomarse muy en serio, ya que puede poner en peligro la vida de una persona. Una persona puede rechazar el consejo médico urgente o la derivación a un médico. 

Puede no someterse a las pruebas médicas necesarias si su estado empeora, puede rechazar pruebas médicas importantes para el diagnóstico de determinadas enfermedades. En muchos otros casos, puede dañar permanentemente su calidad de vida y su salud.

Fuentes