La acrofobia es un pánico irracional y a veces extremo a las alturas. Esta fobia es una de las más comunes en todo el mundo. Tener miedo a las alturas es uno de los miedos más antiguos de los seres humanos. Esto se debe a que se relaciona con el instinto de supervivencia que nos impulsa a protegernos para evitar una caída.

Acrofobia

El miedo a las alturas es una fobia muy común que afecta al 10% de la población mundial, siendo más común entre niños y mujeres.

Como cualquier otra fobia, está también  afecta negativamente en la vida cotidiana de la persona que la padece. Los pacientes evitan realizar actividades comunes como montarse en un ascensor, subir una escalera o trabajar en algún lugar alto.

Además, este miedo excesivo puede provocar síntomas desagradables como mareos, náuseas, ataques de pánico, ansiedad o vértigo. Existen casos extremos donde la persona con solo imaginarse un lugar alto puede entrar en un ataque de pánico. Por esta razón es que se limitan a frecuentar ciertos lugares y las cosas que pueden hacer.

Causas de la acrofobia

Es normal que las fobias se originen durante la niñez y este caso no es la excepción. Aún los científicos no saben exactamente porqué se origina acrofobia en algunas personas y en otras no. A pesar de eso, existen varias razones sobre cómo se podría originar este miedo:

  • Una experiencia traumática. Haber pasado por una experiencia traumática como alguna caída y haberse lesionado, es la causa más común que puede originar miedo a las alturas. Después de esto, es normal que la persona piense en el dolor que se sintió y comiences a desarrollar acrofobia.
  • Sufrir de vértigo. El vértigo puede provocar inseguridad, miedo y provocar temor ante la idea de una caída. Cuando una persona sufre de vértigo, se ve afectado su equilibrio y eso provoca que sienta temor ante la idea de ver desde algún acantilado o asomarse por un balcón.
  • Pensamientos compulsivos. Vivir pensando una y otra vez sobre un accidente en las alturas, puede ocasionar que la persona se vuelva acrofóbica. Por ejemplo, que al subir a un edificio este se derrumbe o que al mirar por un balcón sufra una caída. De esta forma la fobia se va instalando en la mente a través de estos pensamientos repetitivos, y se vuelve complicado deshacerse de ese miedo.
  • Herencia. Una de las posibles causas del pánico a las alturas, es que puede ser un trastorno hereditario. Por ejemplo, si un niño ve a una persona cercana evitando los lugares altos, es posible que se contagien de ese temor y crezcan con él.

Síntomas comunes de la acrofobia

  • Ansiedad.  El síntoma más característico de la fobia a las alturas es la ansiedad. Esta es una alarma que se activa cuando una persona se siente en peligro, esta ocasiona sensaciones físicas inquietantes y fuertes. Es normal que una persona acrofobica evite hablar de su temor, porque cree que nadie entendería su preocupación no lo vean como débil o cobarde.
  • Temor. Cuando se manifiesta el temor los estímulos sensoriales y cognitivos se activan. En casos de temor extremo puede ocasionar un ataque de pánico.
  • Miedo social. Este miedo puede dificultar la vida cotidiana de una persona, dado que, le afecta enfrentarse a situaciones comunes. Tales como subir escaleras, escalar una montaña, tomar un vuelo, asomarse por un balcón o estar en una terraza.

Es por ello, que la persona se ve muy angustiada al tener que lidiar con estas situaciones y puede llegar a reducir sus actividades del día a día. Llegando en algunos casos a no salir de casa.

  • Pánico y vértigo. Cuando las personas que sufren acrofobia y están en alguna situación de miedo terminan sintiendo vértigo a las alturas que les produce una sensación exagerada de pánico. En algunos casos, buscan algo donde aferrarse e incluso descienden al suelo buscando maneras de salir de esa situación. 
  • Aumento del ritmo cardíaco. Mejor conocida como taquicardia, se produce cuando el corazón aumenta de pulso, ocasionando una sensación de sofoco o falta de aire.
  • Sentirse enfermo. La persona que sufre de este miedo, se siente enferma físicamente cuando está en un lugar alto. Tanto así que comienzan a temblar o tener espasmos ante la situación.

Otros síntomas que se manifiestan ante la acrofobia son:

  • Aumento de la temperatura corporal.
  • Desmayo.
  • Hiperventilación.
  • Inseguridad.
  • Mareos.
  • Nerviosismo.
  • Pensamientos obsesivos y catastróficos.
  • Preocupación.
  • Problemas digestivos.
  • Temblores.
  • Tensión muscular.

¿Cómo se trata la acrofobia?

Hablar acerca del problema

Este es el primer paso para afrontar este temor. Haciendo esto la persona recibirá ayuda cuando se encuentre en una crisis de pánico y podrá contar con apoyo para ir superándose.

Visualizar imágenes que transmitan seguridad

Es una excelente terapia recurrir a este tipo de visualizaciones. Así es más fácil empezar a hacerse la idea que acercarse a precipicios y otros lugares similares, no tiene por qué ser un peligro.

Con estas meditaciones las personas con acrofobia son capaces de ir programando sus cerebros para que se sientan más seguros. Con el tiempo podrán tener el control sobre sus emociones a través de la respiración consciente.

Realidad Virtual

Es una herramienta muy útil, que permite exponer a la persona a sensaciones reales. La realidad virtual permite controlar y personalizar estas terapias para que puedan adaptarse al paciente. El objetivo es ir desbloqueando el miedo de manera controlada, para que la persona pueda ir exponiéndose poco a poco ante su fobia. 

La Terapia con Realidad Virtual tiene resultados positivos entre la 2ª y 3ª sesión, porque la persona puede enfrentarse a su miedo de una forma íntima y más segura. Esto lo vuelve un tratamiento rápido, económico y con beneficios a largo plazo para cualquier paciente.

Respirar profundamente cuando el miedo ataque

Cuando la ansiedad, el miedo o el terror por estar en algún lugar alto ataquen, respirar profundamente es una buena forma de calmarse y tomar el control de la situación. La técnica consiste en retener la respiración unos segundos y luego exhalar.

Así el cerebro se ve forzado a pensar, dejando de lado el bloqueo emocional que se adueña de la persona y que no le permite pensar.

Otra técnica muy usada es pensar que el temor  tiene valor y combinarlo con ejercicios de respiración es una gran forma de manejar el estrés.

Exponerse a las alturas

Este paso es definitivo para vencer la acrofobia, las terapias de exposición se hacen con ayuda profesional. En el primer intento, el paciente va un poco más allá del límite  que suele respetar para no sufrir un ataque de pánico.

Por ejemplo, puede subir una escalera, asomarse por un balcón o subir un acantilado y quedarse allí varios minutos. De esta forma la persona se va exponiendo de manera controlada y va preparándose para enfrentarse a su miedo a grandes escalas, hasta lograr superarlo. 

Afortunadamente, la acrofobia es 100% curable. Aunque depende si la persona que la padece tiene las ganas de superarla, con la ayuda profesional adecuada y aplicando las terapias se pueden ver resultados favorables. De esta manera, podrá vivir una vida normal y sin temor por las alturas. 

Preguntas frecuentes

¿Cuándo consultar al médico?

Si padeces de acrofobia o conoces alguien que la padezca, debes saber que el momento ideal para hablar con el médico es cuando la ansiedad por las alturas comience afectar negativamente tu rutina diaria.  En casos severos se pueden utilizar algunos fármacos que ayuden a controlar el nivel de ansiedad de la persona, pero estos deben ser recetados por un profesional. 

¿Es lo mismo la acrofobia que vértigo?

Sufrir de vértigo y acrofobia no es lo mismo. La diferencia está en que el vértigo es, una ilusión que hace sentir que las cosas alrededor, incluyendo el suelo, giran o se agitaran.
Esto ocasiona pérdida de equilibrio y puede darse por diferentes causas que no están directamente relacionadas con la acrofobia. De hecho, el vértigo puede ocurrir en lugares que sean altos y la persona no siente temor de estar en ellos.
En cambio, la acrofobia es limitante e influye considerablemente en la vida de la persona que la padece. Produciendo miedo excesivo a las alturas y por eso evitan situaciones que le generen estrés.
Por ejemplo, asomarse a un balcón, asomarse en un mirador, subir grandes alturas, en casos extremos evitan los aviones, ascensores o parques de aventuras.
Es normal que se relacione la acrofobia con el vértigo de la altura, pero no son lo mismo y, en algunos casos, el segundo puede ser otro síntoma de la acrofobia.

Recomendaciones generales

El primer paso para superar esta fobia es comprenderla y entenderla, y que no es sencilla de controlar,  pero es posible. Hoy en día hay infinidad de técnicas para superar la acrofobia, lo más importante es que la persona se sienta preparada para enfrentarse a su temor.

Fuentes