El trastorno de hiperactividad. También conocido como trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o sin hiperactividad (TDA). Es un síndrome psíquico. Considerada una condición o enfermedad de neurodesarrollo.

Hiperactividad

Los trastornos de neurodesarrollo. Son condiciones que aparecen o muestran síntomas durante la niñez y la adolescencia. Implican dificultad para el aprendizaje, aplicación y retención de información o habilidades enseñadas.

Así, afectan áreas específicas del desarrollo normal de un individuo. Puede ser un trastorno concentrado en: lenguaje, percepción, memoria, aprendizaje, resolución de problemas o relaciones.

Además del trastorno hiperactivo o TDAH, de acuerdo al área y a la manera en la que afectan la cognición. Existen otros trastornos como la dislexia y el trastorno de espectro autista, los cuales son más comunes de lo que se piensa.

Según la organización mundial de la salud más de un 10% de los niños en edad escolar sufren de este trastorno. Sin embargo, los síntomas pueden enmascararse entre conductas normales de un niño por lo que es difícil de diagnosticar.

El trastorno de hiperactividad. Si bien dificulta la vida diaria de quien lo sufre a cualquier edad. No causa ningún tipo de daño a nivel neurológico ni endocrino como otros trastornos. Los varones son el doble de propensos a sufrirlo que las mujeres.

Tipos de Trastorno de hiperactividad

El TDAH se caracteriza por una mezcla de diversos síntomas que encajan en dos espectros; falta de atención e hiperactividad.

Según el Manual de Diagnóstico y Estadística de Desórdenes Mentales, quinta edición emitida por la Asociación Americana de Psiquiatría. Existen tres formas de trastorno de déficit de atención con hiperctividad (TDAH):

Hiperactividad e impulsividad

Es más común en niños o adolescentes menores de 16 años. También presentan una gama un poco más amplia de síntomas que encajan con hiperactividad y la impulsividad.

Quien sufre de este tipo de trastorno muestra un predominio en conductas que parecen inapropiadas para las situaciones en las que interviene o su edad.

El mencionado manual o DM-5 describe una serie de síntomas para su diagnóstico. Las personas con predominio de hiperactividad muestran los siguientes síntomas:

  1. Se encuentran en movimiento constante, parecen tener una cantidad de energía interminable.
  2. Tienden a hablar de manera excesiva y a hacer interrupciones en su propio sentido de la conversación.
  3. No juegan o participan en actividades a un nivel normal o recreativo. Siempre lo hacen a un nivel de animosidad excesiva.
  4. En niños, suelen treparse en lugares o correr en exceso. En adultos simplemente es sensación de inquietud.
  5. Es imposible para ellos mantenerse quietos, siempre muestran movimiento aunque sea sutil. Como golpear sus manos o mover sus pies.
  6. No pueden quedarse sentados o quietos esperando en un solo lugar.

El trastorno hiperactivo al ser un trastorno del neurodesarrollo. Se presenta desde temprana edad. No debe confundirse con trastornos de ansiedad. Porque su tratamiento y enfoque son muy distintos.

Falta de Atención

El TDAH, con inclinaciones a la falta de atención. Presenta un cuadro de actitudes en las cuales el individuo es tendiente a distraerse con facilidad. Parece algo simple, pero no lo es.

La falta de atención establece dificultades de aprendizaje y concentración. Van acompañados aunque en menos volumen de comportamientos hiperactivos que solo aumenta la falta de focalización de la persona.

Según la Asociación Americana de Psiquiatría estos son los síntomas de diagnóstico y padecimiento:

  1. No suele escuchar cuando se le habla directamente al individuo ni puede mantener contacto visual.
  2. Problemas para mantener la atención en actividades deportivas o de recreación en general.
  3. Dificultad para seguir instrucciones, realizar labores del hogar, tareas o trabajos. La ejecución de todas ellas se ve truncada porque se distrae con facilidad.
  4. Evitar tareas que implican un esfuerzo mental sostenido como tareas escolares.
  5. Problemas para organizar tareas y actividades.
  6. Se olvida de las cosas durante las actividades del día a día.
  7. Se distrae con facilidad.
  8. Suele perder cosas necesarias para el desarrollo de sus actividades diarias (llaves, bolígrafos, lápices, etc.)
  9. No logra mantener la atención en actividades y comete errores en consecuencia. Esto pasa en trabajo y escuela.

Combinado

El criterio de diagnóstico de TDAH implica de acuerdo a la edad la presencia sostenida de al menos 5 o 6 síntomas. Dependiendo de la edad del paciente.

Que se le considere un trastorno de déficit de atención con hiperactividad de carácter combinado. Implica que haya presencia de al menos una combinación conjunta de 10 síntomas sostenida en los últimos 6 meses.

El sufrir una de las tres configuraciones de trastorno hiperactivo no quiere decir que este será siempre el caso. Dependiendo del entorno posiblemente se intercale el predominio de síntomas.

Causas del Trastorno de hiperactividad

En cuanto a la existencia de una causa concreta. No se puede medir como con los otros trastornos mentales como la ansiedad. No se originan desde las emociones o el sistema endocrino.

Tampoco son derivaciones de conductas aprendidas ni se originan por traumas. Quienes sufren de TDAH tienen conductas incongruentes más no dañinas.

Si bien pueden dificultar su vida no se habla de una disociación de la realidad sino de problemas relacionados al desarrollo, la concentración y por ende al aprendizaje en general.

En cualquier caso de un trastorno psíquico se hablan de tres factores: Cerebro, genética y medio o entorno.

Cuando se habla de medio se trata de los ambientes en los que se desarrolla el individuo a lo largo de su vida. Desarrollar TDAH a partir de un trauma continuado o repentino en el ambiente es poco probable. Al menos como único factor.

Es más posible que el TDAH se origine a partir de la genética de los ascendentes, la exposición a ciertas sustancias o problemas en el nacimiento. Es una realidad que la estructura química del cerebro de los TDAH es distinta al común.

Sujetos del Trastorno de hiperactividad

Como tal no existe una población especialmente vulnerable a sufrir este trastorno. Sin embargo, al ser un trastorno de neurodesarrollo. Es evidente que quienes se encuentran en una temprana etapa de su vida han de ser el primer grupo focal.

Trastorno de hiperactividad en niños

La mayoría de los niños presentan conductas que pueden ser consideradas dentro del espectro de este trastorno. Es normal que los niños sean inquietos y se distraigan de cuando en cuando.

Pero lo que no es normal es que un niño en su ambiente social de iguales no pueda seguir el ritmo de una interacción con otro niño. Que haga poco contacto visual o que tenga una casi nula capacidad de aprendizaje.

También se debe ponderar acerca de si un niño que muestra ser indisciplinado realmente lo es o solo sufre de TDAH.

Trastorno de hiperactividad en adolescentes

En la adolescencia las propensiones a hiperactividad cambian. Los adolescentes con TDAH tienen un cerebro más desarrollado. Por ello, pueden regular muchos de los síntomas que en su infancia eran evidentes.

Así que mientras algunos ven que varios de los síntomas desaparecen a pesar de seguir padeciendo este trastorno. Otros chicos pueden tener la necesidad de esforzarse para controlar su naturaleza impulsiva.

En la mayoría de los casos los síntomas no solo se van sino que mutan, a la lista antes establecida se le puede agregar:

  1. Insomnio.
  2. Tocar o manipular cosas en tiendas o casas ajenas a la suya.
  3. Hablar sin parar o interrumpir conversaciones.
  4. Frustración fácil.

Algunos jóvenes muestran actitudes temerarias y se ven atraídos a actividades peligrosas. Como deportes de contacto y deportes extremos. Sin embargo esto no es un problema en sí.

Trastorno de hiperactividad en los adultos

En los adultos sucede la racionalización de la hiperactividad. Esto quiere decir que el individuo deja de mostrar involuntariamente conductas hiperactivas. Se reemplazan por intranquilidad e inquietudes emocionales y exteriorizadas.

Sigue existiendo la poca capacidad para concentrarse y se le agregan cambios de humor. Los síntomas también afectan sus relaciones personales y son especialmente susceptibles a sufrir ansiedad o depresión.

Consecuencias del trastorno hiperactivo

Entre las complicaciones o consecuencias de sufrir TDAH sin ser tratado hay una lista larga. Dependiendo de los sujetos que lo sufren:

Niños

En niños la primera derivación es el desarrollo de una baja autoestima. Riesgo de sufrir accidentes por sus tendencias motrices aceleradas. Problemas graves de aprendizaje y conducta que puede llevarlos a ser aislados.

Son más propensos al uso de drogas y a comportamiento sociopáticos a medida que crecen. Así como sufrir trastornos mentales coexistentes.

Adolescentes

El principal riesgo de los adolescentes que padecen este trastorno es el desarrollar dependencia a los narcóticos o el alcohol. También pueden consecuentemente adquirir otros trastornos de corte grave.

Debido a los desbalances hormonales pueden desarrollar depresión. También comportamiento impulsivo y temerario. E inclinaciones suicidas no como producto del trastorno en si sino de otros que desarrolle junto a este.

Adultos

El riesgo de sufrir TDAH en la vida adulta se traslada a la posibilidad de contraer un trastorno mental grave. Otro de los riesgos más comunes son la operación de maquinaria y la conducción.

Debido al constante estado de tensión. Los tiempos de reacción de los adultos con este padecimiento se ven alternados en comparación a una persona sana. Aunado a ello hay que recordar que este reflejo va acompañado con falta de atención.

Se ha determinado que poco menos de la mitad de los pacientes adultos con TDAH. Sufren accidentes automovilísticos menores o mayores al menos 2 veces al año.  Mientras que una quinta parte de los pacientes 3 veces al año.

Las conductas sicopáticas y la imposibilidad de llevar una vida laboral estable es un riesgo a tomar en cuenta. Las decisiones aun con la racionalización de la adultez se pueden ver afectadas por este desorden.

Tratamiento para el Trastorno de Hiperactividad

El tratamiento para el TDAH se basa en una mezcla de terapia conductual y medicamentos de corte psiquiátrico. En el caso de tratarse de niños incluye la capacitación de los padres en técnicas para adaptar la crianza.

En cualquier rango de edad los fármacos usados son estimulantes. La idea es elevar o balancear los neurotransmisores en el cerebro. Que si bien no se encuentran en un estado de supresión se ven afectados por el padecimiento.

El uso de estimulantes, como las anfetaminas ayudan principalmente a aumentar los períodos de atención de las personas. Por ende regulan su hiperactividad e impulsividad.

También se usan medicamentos no estimulantes como antidepresivos. Su efecto es más lento y menos sostenido. Pero es una opción con efectos parecidos para quienes no pueden ingerir estimulantes por cualquier razón.

La terapia utilizada por su parte es la terapia conductual. La aplicación de esta asesoría psicológica busca crear un entendimiento del trastorno a los fines de que la persona tenga medios para adaptarse a lo que tiene.

Así las personas en terapia para el TDAH y sus padres en caso de ser niños. Aprenderán a administrar mejor el tiempo, controlar el temperamento, mejorar la relación familiar, afrontar fracaso, reducir la impulsividad, entre otros.

En caso de que alguien de cualquier edad tenga sospecha de que sufre algunos de los síntomas del trastorno hiperactivo. En virtud de lo antes dicho, no debe tomarlo a la ligera. Puede que este trastorno no dificulte demasiado su vida diaria.

Sin embargo, constituye un riesgo de sufrir otras patologías. Así como un riesgo latente de hacerse daño a sí mismo y a los demás. Se debe consultar un especialista.