Un trastorno afectivo es un tipo de alteración psicológica. Los trastornos de este tipo están vinculados con las emociones. Afectan a los pacientes degradando en gran medida su autoestima y estado de ánimo.

trastorno afectivo

Se caracterizan a diferencia de otros tipos de trastornos. Por no ser leves ni progresivos. En cambio someten a quienes los padecen de una carga emotiva extrema que no permite el desarrollo pleno de sus actividades diarias.

Las estadísticas plantean que a lo largo de su vida una de cada seis personas lo sufrirá. También que las mujeres son el doble de propensas a tener este tipo de trastorno.

Los dos tipos de trastornos psíquicos más frecuentes son los trastornos afectivos y los trastornos de ansiedad. Los trastornos afectivos también son conocidos como trastornos del estado de ánimo.

Síntomas del trastorno afectivo

Existen una buena cantidad de variantes de este trastorno. Por lo que enlistar síntomas implicaría desglosarlos y describirlos. Cosa que se hará más adelante, sin embargo a continuación se nombrarán las señales generales:

  • Emociones desbocadas: El paciente que sufre un tipo de trastorno afectivo pasa de estar en un estado emocional balanceado a tener sentimientos exagerados de golpe.
  • Baja autoestima: Debido al vaivén de emociones la autoestima de la persona se ve afectada y con ella su funcionalidad.
  • Sentimiento de culpa: La persona con trastorno afectivo sentirá que cada detalle de su vida y de sus allegados es su responsabilidad.
  • Angustia: los sentimientos de angustia y sufrimiento predominan en la mayoría de su día.
  • Distorsión de la realidad: El paciente con trastorno afectivo pierde objetividad. Esto empieza a afectar su juicio, imposibilita percibir las cosas como en realidad son.

Causas de los trastornos afectivos

Como toda enfermedad cognitiva los trastornos afectivos tienen tres fuentes: el cerebro (desde la genética y el desbalance químico), el entorno (desde la influencia externa a las conductas aprendidas. Los traumas (detonantes inmediatos)

Cerebral

Existen tres formas en las cuales el cerebro, como fuente de las emociones puede producir un trastorno tanto unipolar como bipolar:

  1. Predisposición genética: Si ascendientes sufrieron alguna patología, el paciente es más vulnerable a padecer alguna. También hay enfermedades fisiológicas heredadas que hacen más propenso a sufrir un trastorno mental.
  2. Mutaciones: El cerebro puede nacer con algún tipo de mutación que desbalancee químicamente al individuo. Por ende, sea incapaz de producir ciertas sustancias o las produzca en exceso.
  3. Factor externo: Bajo ciertas circunstancias, el cerebro puede desbalancearse químicamente por un estímulo negativo externo.

Entorno

Posiblemente el factor determinante más común es el entorno. Planteando como fuente principal de las alteraciones psíquicas del individuo a sus interacciones sociales o la ausencia de las mismas.

Pero, específicamente ¿Cómo afecta de esa manera el entorno al individuo? A continuación una lista:

  1. Conductas aprendidas: La familia como base de la sociedad. Es la primera culpable de establecer patrones de conducta dañinos en la personas. Los cuales son infundidos desde la niñez.
  2. Conductas imitadas: En la familia, el individuo comienza desde cero el aprendizaje. Pero Los niños en sus primeras interacciones sociales pueden imitar conductas que detonen un trastorno de compañeros como maestros.
  3. Entorno dañino: Puede que aunque no se imiten conductas, el paciente se encuentre en un ámbito que lo afecte psíquicamente. Relacionado con la existencia de relaciones tóxicas de toda índole.
  4. Entorno traumático: Aunque el entorno sea relativamente saludable. Ciertos hechos como el abuso físico, psicológico o sexual en estos entornos, pueden originar trastornos psíquicos.

Traumas

Definitivamente la causa más común de los trastornos proviene del entorno. Pero no se descartan los traumas como detonantes. Ya que muchas veces el ser humano sufre cuestiones que parece procesar cuando no es así.

Entonces se pueden desglosar los traumas originados según su fuente:

  1. Traumas familiares: La familia implica un reconocimiento de vínculo e importancia para las personas. De allí que, sus acciones y comentarios provoquen traumas a partir de conductas constantes o únicas.
  2. Abusos: El haber sufrido algún tipo de abuso, psicológico, físico o sexual, aunque haya sido una vez detona un trastorno. De allí su relación con el sentimiento de culpa.
  3. Hechos detonantes: Cualquier experiencia como accidentes, muertes de alguien cercano en situaciones fueras de lo común, presencias de abusos. Todo esto puede conducir a que una persona sufra un trastorno psíquico.

Tipos de trastornos afectivos

De acuerdo a la forma en la que se presentan y su cuadro de síntomas. Así como la frecuencia con la que la población sufre dichos trastornos. Se pueden desglosar de la siguiente manera:

Trastorno de depresión Mayor

Este padecimiento se presenta con un estado de decaimiento absoluto. La persona que lo padece ya no tiene deseo de hacer cosas que en antaño le gustaban. Ante cualquier problema se siente incapaz de darle resolución.

Es un trastorno de los más comunes. Sin embargo, es considerado de los más graves, ya que la consecuencia final posterior al autoflagelamiento es el suicidio. Esto implica que debe ser tratada lo más pronto posible luego de su diagnóstico.

Algunas enfermedades como el Covit-19 y la diabetes. Pueden causar como consecuencia que se padezca de este trastorno. También enfermedades mortales como el cáncer.

Otra particularidad de este trastorno afectivo son los efectos secundarios de ciertos tratamientos médicos como la quimioterapia. También la adicción a los psicotrópicos neuro activos como el éxtasis.

Trastorno bipolar

Este tipo de trastorno afectivo es también llamado depresión maníaca. El paciente alterna entre la depresión y la manía. En períodos que le son imposible percibir y controlar de manera asertiva.

En los momentos de fase depresiva experimenta extrema tristeza y desesperación. Es irritable y extremadamente emotivo.

En la fase maníaca, experimenta euforia y alegría. En estos momentos puede que sea discorde con la situación externa. De allí que en ambos casos haya disfuncionalidad a la hora de tratar con el entorno.

La variedad de síntomas del trastorno bipolar es de las más amplias de los trastornos de este tipo:

  1. Síntomas físicos: En fase eufórica implica la creación repentina de un repertorio de actividades y la energía excesiva para planteárselo. Haciendo incluso planes a futuro para su realización.

Alternando en la fase depresiva el insomnio, el decaimiento, pérdida de peso y apetito. Ambas fases se alternan en este punto básicamente estorbándose entre sí. Haciendo al paciente poco funcional.

  • Síntomas del comportamiento: En fase maníaca se está en constante desinhibición, se tienen comportamientos aparentemente animados. Se toman decisiones sin consideración. Incluso se es poco empático.

En fase depresiva se dejan cosas sin terminar, hay aislamiento y desánimo total. Estas fases pueden ser leves o graves.

  • Síntomas psíquicos: El paciente en el traslado de las dos fases pasa de planeaciones, poca atención, hiperactividad a pensamiento negativos constantes y no poder tomar decisiones sencillas.

Trastorno distímico

El trastorno afectivo distímico es la forma crónica de los trastornos afectivos. Los síntomas son más leves que en los anteriores. En cambio se sufren de manera constante y son más difíciles de diagnosticar.

El trastorno distímico tiene los siguientes síntomas:

  1. Insomnio y fatiga, a veces relativas la una a la otra o como síntomas físicos individuales.
  2. Pérdida o aumento de apetito relativo a los hábitos de la persona.
  3. Baja autoestima. La mezcla de síntomas físicos manifiesta la baja autoestima en una percepción baja de sí mismos.
  4. Falta de atención y sentimientos de desesperanza. No tan marcados como en los trastornos que no son crónicos.

Existen aparte otros subtipos de trastornos afectivos:

  1. Trastorno disfórico premenstrual: Es un estado transitorio que se produce durante la fase previa a la menstruación y desaparece cuanto empieza. Es de las más comunes y no causa demasiadas afecciones.
  2. Trastorno afectivo estacional: Trastorno afectivo depresivo que se relaciona con regiones específicas de la tierra. Aquellas que tienen menos horas de sol durante ciertos días del año. Ejemplos: Noruega, Alaska, los Polos.
  3. Trastorno ciclotímico: Trastorno con características de cambios emocionales, pero de forma más leve que el trastorno bipolar.
  4. Trastorno de desregulación disruptiva del ánimo: Produce irritabilidad grave y crónica en los niños. Que no es congruente con la edad y la situación que tienen.

Tratamientos para los trastornos afectivos

Una vez que una persona siente que su estado de ánimo afecta su vida diaria. Entonces es momento de consultar el médico en busca de un diagnóstico y un tratamiento que le siga.

Los trastornos afectivos suelen necesitar una combinación de intervención psiquiátrica y psicológica. Existen una serie de terapias que han demostrado ser bastante efectivas así como fármacos.

La principal terapia psicológica que se utiliza es la cognitivo-conductual. Especial para los trastornos con base en depresión y ansiedad. Por supuesto, no basta cuando la enfermedad ha avanzado tanto que hay neurosupresión.

En el caso de los trastornos afectivos estos no parten de los miedos. Por lo que el enfoque de la terapia trata de desarrollar herramientas que ayuden al paciente a afrontar los síntomas de su enfermedad.

Los fármacos antidepresivos son muy efectivos para tratar la depresión. Más específicamente los antidepresivos heterocíclicos con algunos ansiolíticos. Sin embargo, no se deben auto administrar. Deben estar recetados por un especialista.

Consecuencias y consideraciones sobre los trastornos afectivos.

El principal riesgo que corre cualquier paciente de una enfermedad mental es hacerse daño a sí mismo o alguien más. Una percepción de la realidad alterada junto con delirios paranoicos hace a una persona sin tratar un peligro total.

Consecuencias no tan fatales igualmente están presentes en la vida de todo enfermo. Sus relaciones personales, laborales y familiares son un desastre. Uno que muchas veces se hereda.

El abuso de sustancias estupefacientes y psicotrópicas ilegales. La negligencia en trabajos que implican la operación de maquinaria pesada y otra lista más de riesgos son los que se corre de dejar a un paciente con algún trastorno sin tratar.

Es recomendable visitar regularmente a un terapeuta para evitar sufrir de algún mal. Así como llevar una vida saludable. En caso de sospechar que sufre un trastorno afectivo es importante consultarse con un especialista,  que también puede ser gratuito.