¿Qué es la nictofobia?: Síntomas, características y tratamiento

La nictofobia se es conocida por ser aquel miedo extremo a la oscuridad en sus distintas presentaciones. Los individuos que padecen de esta suelen sentir preocupaciones irrazonables por la oscuridad y/o los lugares oscuros.

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Características de la Nictofobia

Esta fobia se caracteriza por ser común durante la etapa de la niñez, considerándose parte habitual del desarrollo. Sin embargo, esta es distinta a la nictofobia presente en jóvenes, niños mayores o adultos.

La nictofobia se considera un miedo inapropiado para la edad, haciendo que aquellos de mayor edad puedan ser limitados a realizar algunas acciones o evitar distintas situaciones.

Según estudios, se ha demostrado que el temor a la oscuridad se debe a la falta de estímulos visuales que pueda presentar la persona. En otros términos, el temor se debe a que la persona no puede visualizar lo que le rodea.

Síntomas generales

Así como en las otras fobias existentes, los síntomas que se presenten pueden ser variados, yendo desde el aspecto físicoa los psicológicos o emocionales. Con esta fobia, los síntomas se desencadenan al estar presentes en oscuridad o al mantener pensamientos sobre la oscuridad.

Entre los múltiples síntomas de carácter físico se encuentran:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Dificultad para respirar.
  • Temblores u hormigueos.
  • Dolor u opresión en el pecho.
  • Sensación de aturdimiento o mareos.
  • Sofocación.
  • Transpiración excesiva.
  • Malestar estomacal.

En cambio, los síntomas emocionales y/o psicológicos traen consigo:

  • Sentimientos de ansiedad o pánico que resultan abrumadores.
  • Necesidad intensa de escapar de la situación donde se encuentre el individuo.
  • Sentimiento de impotencia ante el miedo.
  • Pérdida del control.
  • Sensación de locura.
  • Sensación de sentirse «irreal» o desapego hacia el individuo mismo.
  • Sentimiento de poder morir o perder el conocimiento.

¿Qué la ocasiona?

Es probable que el miedo no se relacione en sí a la oscuridad, sino a aquellos acontecimientos que puedan suceder durante un entorno de oscuridad, que atenten contra la estabilidad e integridad del individuo.

La ausencia de seguridad y protección que se halla en la oscuridad es bastante alta, al mantener una inactividad con sus ojos, los otros sentidos se vuelven más sintonizados o agudizados.

Es por ello que, si alguien es incapaz de visualizar lo que pasa a su alrededor, es probable que, como resultado, experimente un miedo extremo. Algunas de las causas más comunes de nictofobia pueden incluir:

  • Cuidadores ansiosos o angustiados: Algunos jóvenes aprenden a cargar con el miedo, por visualizar o sentir la ansiedad que presenten sus padres respecto a distintos temas en particular.
  • Cuidadores sobreprotectores: Cierta cantidad de jóvenes son capaces de desarrollar una ansiedad generalizada por el hecho de mantener una dependencia a gran escala de algún padre o cuidador, o si se sienten imponentes.
  • Acontecimientos de estrés: Respecto a los traumas, así como en casos de haber presenciado un accidente, se es posible generar el desarrollo de una fobia si la persona ha pasado por situaciones traumáticas o experiencias negativas relacionadas a la oscuridad.

Trastornos de sueño

Los trastornos de sueño, como el insomnio, mantienen una estrecha relación con la nictofobia. Se han realizado múltiples estudios a individuos con insomnio, cuyos resultados indican que el mayor porcentaje de estos, padecen de miedo a la oscuridad.

Esto puede desencadenar en incontables desmejoras en el día a día del paciente y en su calidad de vida.

¿Cómo se identifica?

El diagnóstico para la nictofobia debe de realizarse con un profesional de la salud mental. Este se encargará de hacer preguntas sobre los síntomas que padezca.

Además, podrá solicitar algún historial psiquiátrico y social. Posterior a eso, utilizará criterios de diagnóstico para realizar el suyo de manera formal. Se considera importante concretar una cita con un médico si se presentan:

  • Problemas para dormir.
  • Ansias o angustia particulares en la oscuridad.
  • Otras razones por las cuáles creería que padece de nictofobia.

¿Cómo es tratada?

Son distintos los métodos que existen para el tratamiento de esta fobia, dependerá bastante de tu caso cual tratamiento te sea más adecuado. Entre los más comúnmente usados encontramos terapias como:

  • Terapia de Exposición: En esta, el paciente será expuesto a sus miedos repetidamente y de maneras graduales, que van desde lo más sencillo hasta confrontar su mayor temor, hasta que ya no se desencadenen sentimientos de ansiedad o de pánico.
  • Terapia Cognitivo-Conductual: En esta, al paciente se le ofrece la ayuda para poder identificar los sentimientos de ansiedad o pánico que tenga y enseñarle a reemplazarlos con otros pensamientos de caracteres positivos o realistas.

Esta terapia, generalmente hace uso de varios tipos de informaciones para superar el miedo. Aun así, esto siempre debe hacerse bajo la guía de un profesional de la salud para tener un impacto positivo.

  • Terapia de Relajación: Esta clase de tratamiento implica instruir al paciente a realizar actividades o ejercicios de respiración profunda o meditación, a fin de lograr conseguir relajación por parte del individuo y así este pueda aprender a controlar el estrés y síntomas físicos que presente por sus fobias.

Referencias