A muchas personas les encanta descansar y lo consideran una parte tan importante de la vida como comer, beber y respirar. La falta de sueño a menudo te hace estar irritable y molesto. Sin embargo, hay personas en todo el mundo que sufren trastornos de ansiedad relacionados con el sueño, incluida la fobia al sueño o hipnofobia.

Hipnofobia

La fobia al sueño es un miedo crónico y extraño al sueño y al descanso que es cada vez más frecuente en la sociedad moderna. A veces se confunde con el insomnio, pero esta confusión solo hace que sea más difícil de diagnosticar y de recuperarse por completo.

La evitación del sueño puede provocar graves trastornos, como un sistema inmunitario muy debilitado, obesidad, neurosis e incluso depresión.

La hipnofobia es común a cualquier edad y puede llevar a acostarse en mitad de la noche pensando que se puede morir o a tener pesadillas. La ansiedad extrema puede provocar pánico e insomnio, lo que puede tener un impacto negativo en la salud.

En este contexto, es necesario tratar esta fobia, que requiere un tratamiento no solamente psicológico, sino a menudo también farmacológico. Es una enfermedad grave que a menudo requiere la ayuda de un especialista.

¿Cuáles son las causas de la hipnofobia?

La hipnofobia está causada por un instinto de defensa inconsciente. Es posible que haya habido episodios en el pasado que hayan conducido al sueño o a la hipnosis. Este trastorno puede ser desencadenado por videos, la televisión o por ver a otras personas traumatizadas.

Inconscientemente, se piensa que todo es malo. El factor más importante es la asociación de las emociones con las situaciones, que algunos pacientes experimentan casi constantemente, mientras que otros las experimentan en respuesta a estímulos directos.

No se conoce la causa exacta de la fobia al sueño, pero hay una serie de factores que pueden estar relacionados con las experiencias negativas del sueño. Tal es el caso de la parálisis del sueño, pesadillas y miedo a morir mientras se duerme.

Las personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT), que se asocia a hiperactividad, pesadillas, terrores nocturnos y alteraciones generales del sueño, son más propensas a experimentar miedos superficiales.

Las causas del miedo al sueño pueden ser:

  • Miedo a morir mientras se duerme
  • Parálisis del sueño
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Trastorno de pesadilla

Síntomas de la hipnofobia

En las primeras fases del trastorno, el paciente puede sentirse normal durante el día. La ansiedad inicial aumenta al anochecer. La naturaleza y la gravedad de los síntomas de la fobia al sueño dependerán, por supuesto, de cada persona, pero los síntomas más comunes son:

  • Sudoración excesiva.
  • Sensación de hormigueo.
  • Palpitaciones.
  • Náuseas.
  • Miedo a quedarse dormido.
  • Mareos.
  • Incapacidad para relajarse.
  • Incapacidad para descansar.
  • Dolor en las extremidades, de cabeza o abdominal.
  • Dificultad para respirar.
  • Boca seca y pegajosa.
  • Aumento de la presión arterial.
  • Ataques de pánico.

A medida que la enfermedad avanza, el pánico y otros síntomas pueden aumentar, y al envejecer es posible que no puedas dormir tan bien como deberías. Sin embargo, esto va precedido de un marcado deterioro del estado de ánimo, irritabilidad, letargo y depresión preexistente.

Esto hace que las tareas rutinarias, como las tareas domésticas, el cuidado de los niños, el trabajo y la socialización, sean cada vez más difíciles. Todo esto conduce a un ciclo interminable de depresión y empeoramiento de los problemas de sueño.

Combatir el miedo al sueño

La hipnofobia tiene consecuencias muy graves y debe ser diagnosticada y tratada inmediatamente. Sin embargo, no se recomienda un tratamiento a largo plazo con medicamentos que supriman los síntomas y no eliminen la causa del problema.

En primer lugar, debe consultarse a un psicoterapeuta para identificar la causa de la ansiedad y averiguar cómo cambiar el comportamiento y el pensamiento anormal.

Sin embargo, los expertos recomiendan el uso de técnicas de meditación y relajación para reducir las emociones negativas y las actitudes vegetativas. Las mantas gruesas también pueden ser útiles. Ayudan a reducir las hormonas del estrés, a regular el sistema nervioso y a reducir la tensión y la ansiedad.

La actividad física es muy recomendable, ya que ayuda de forma natural a reducir la fatiga y a conciliar el sueño.

Tratamiento para la hipnofobia

Las fobias son un trastorno común que, afortunadamente, responde bien al tratamiento. Los estudios científicos han demostrado que la psicoterapia es beneficiosa para los pacientes. Sin embargo, las fobias también pueden tratarse con medicamentos, que se retiran gradualmente durante el tratamiento.

En cuanto al tratamiento psicológico, la terapia cognitivo-conductual es la mejor. Esta terapia utiliza una serie de técnicas, como las técnicas de exposición y la relajación, que son muy eficaces en el tratamiento de esta enfermedad.

El método más conocido para superar las fobias es la desensibilización sistémica. Esto significa que el paciente se expone gradualmente a los estímulos fóbicos y comienza a aprender estrategias de afrontamiento.

Además de la terapia cognitivo-conductual, las psicoterapias eficaces para las fobias incluyen la terapia cognitiva basada en la atención plena y la terapia de afirmación y compromiso.

Las terapias como la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) y la Terapia de Trabajo Cerebral Reversible (TTC) están diseñadas para atribuir a los síntomas de la fobia “estilos de pensamiento inútiles” o patrones de pensamiento que “crean” directamente sentimientos de miedo y estrés cuando se enfrentan al objeto o evento fóbico.

Este tipo de terapia, comúnmente denominada “breve” o “de equipo”, se centra en las causas actuales de la fobia en lugar de en las “experiencias pasadas”. Suele durar entre cuatro y diez sesiones, dependiendo de la gravedad de la fobia.

La hipnoterapia clínica puede ayudarle a reconocer y utilizar los numerosos puntos fuertes y recursos que tiene en su interior para superar su hipnofobia. En este sentido, la hipnoterapia, como cualquier otra terapia, consiste en “ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas”.

También se utiliza el hipnoanálisis (una combinación de hipnoterapia y terapia psicoanalítica), que sigue siendo considerado por muchos terapeutas psicodinámicos como el estándar de oro para eliminar completamente las causas de los trastornos mentales.

Medicamento

Si crees que tienes un problema con la fobia del sueño, habla con tu médico o psiquiatra sobre la posibilidad de tomar medicamentos, como un sedante. Las pastillas para dormir también pueden ayudar a combatir el insomnio, ya que dan sueño.

Consulta siempre a tu médico antes de tomar cualquier medicamento. Además, muchos de estos medicamentos son adictivos y únicamente pueden tomarse durante un corto periodo de tiempo.

Los somníferos más comunes son:

  • Ambien
  • Doxepina
  • Sonata
  • Trazodona

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo superar la hipnofobia sin ir al psicólogo?

Como con todas las fobias, es importante reconocer y nombrar el problema. De hecho, reconocerlo ayudará a cambiar. Si puedes reconocer los signos de una fobia del sueño, habrás dado el primer paso para reducirla.

Esta comprensión te permitirá desarrollar un plan sólido para gestionar y controlar estas señales. Aquí tienes 12 consejos prácticos para superar la fobia al sueño.

  1. Acuéstate siempre a la misma hora: la constancia es la clave para una buena higiene del sueño. Mantener una rutina ayuda a mantener el reloj interno y el ritmo circadiano natural. Las personas que intentan acostarse a la misma hora todas las noches también tienden a dormirse más rápido.
  2. Auto-observación. Utiliza una aplicación de escritura de reflexión o cierra los ojos y respira profundamente.
  3. Dormir menos o eliminar siestas: mantén las siestas al mínimo. No duermas durante seis horas antes de acostarte.
  4. Ejercítate frecuentemente: el ejercicio ayuda a conciliar el sueño, lo que puede rejuvenecer el cuerpo y el cerebro. Los estudios han demostrado que al menos 30 minutos de ejercicio de resistencia moderado favorecen el sueño. Sin embargo, el ejercicio intenso puede ser demasiado estimulante, así que asegúrate de hacer suficiente ejercicio antes de acostarse.
  5. Evita el alcohol: El alcohol provoca somnolencia, pero también puede alterar el sueño y causar insomnio.
  6. Evitar o limitar la cafeína por la tarde: la cafeína es una sustancia psicoactiva que puede aumentar la ansiedad y alterar el ritmo circadiano de la melatonina. Esto significa que si tomas una taza de café hacia las 15:00 horas, estarás activo a las 21:00 horas.
  7. Evite el contenido emocional por la noche. Intenta no ver las noticias ni leer noticias inquietantes. Si un amigo o compañero quiere hablar de un tema difícil, posterga la conversación para el día siguiente.
  8. Introduce un ritual de relajación: empieza a relajarte una hora antes de acostarse. Apaga todos los dispositivos electrónicos. Mantén un horario sencillo y realista cada noche: lávate los dientes, lávate la cara, lee durante media hora.
  9. Piensa en un entorno que propicie un sueño reparador: haz del sueño un lujo. Invierte en un buen colchón, ropa de cama y almohadas. No desordenes tu habitación y no pases tiempo en la cama salvo para dormir o tener sexo.
  10. Practica la gestión del estrés: hazte consciente de las personas y situaciones de tu pasado que te causan estrés. Practicar estrategias de afrontamiento saludables para reducir las reacciones de estrés y la agitación.
  11. Practica un mantra positivo para dormir: cuando estés a punto de acostarte, refuérzalo con una oración tranquilizadora, como “Que tenga una noche de descanso y paz”. Encuentra una oración que te haga sentir optimista y no irreal.
  12. Sal al aire libre en el día. Estar al aire libre todo el día y estar a la luz natural del sol durante las horas de vigilia. Esto ayuda a mantener e incluso mejorar los ritmos circadianos.

Fuentes