La bufonofobia se trata de un miedo grotesco a los sapos. Las personas con bufonofobia evitan el objeto de su miedo porque tienen un verdadero ataque de pánico cuando aparecen los sapos.

Bufonofobia

Es una fobia específica, y para muchas personas el miedo a los sapos está bastante justificado. Estos miedos afectan a la persona y se siente ansiosa todo el tiempo.

Las personas con bufofobia sienten ciertos síntomas cuando ven sapos en los programas de televisión o en las fotos.

A continuación vamos a presentarte algunos datos importantes sobre esta fobia, cuáles son sus posibles causas, cómo tratarla y sus síntomas. Es posible que experimentes algunos síntomas similares, por lo que es importante conocerlos en detalle para diferenciar entre una fobia y otra.

Causas de la Bufonofobia y factores de riesgo

Las causas de algunas fobias, como la fobia a los sapos, no se conocen bien. Pueden estar causadas por uno o varios de los siguientes factores:

Experiencias negativas

Las experiencias negativas con ranas y sapos pueden llevar a relacionar estos animales con emociones negativas como el miedo y el pánico. Esto puede provocar un miedo a estos animales.

Por ejemplo, en un caso antiguo de 1983, una mujer atropelló accidentalmente a un grupo de sapos con un cortacésped y quedó tan traumatizada que desarrolló una grave fobia a las ranas.

Comportamiento aprendido

El comportamiento también se puede aprender de los demás. Por ejemplo, si tus padres, hermanos o amigos cercanos tienen miedo a las ranas, es probable que tú también lo tengas.

También es posible que las actitudes regionales y culturales influyan en el miedo a las ranas. Por cierto, las ranas son un motivo común en el folclore de todo el mundo.

De hecho, un análisis realizado en 2012 a 514 personas en Portugal demostró que el folclore y las imágenes negativas asociadas a los reptiles y anfibios provocaban reacciones negativas hacia estos animales y su conservación.

En 2020 también se estudió las actitudes a las ranas en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Los resultados mostraron que las actitudes de los participantes hacia las ranas están moldeadas por las normas culturales y las reacciones de los cuidadores desde una edad temprana.

Factores específicos

Muchas condiciones personales también pueden intervenir en el progreso de una fobia específica. Por ejemplo, hay personas que son más propensas a presentar ansiedad en general y otras menos. La genética también puede influir en el desarrollo de las fobias.

Síntomas de la Bufonofobia

Como en el resto de las fobias, la ansiedad es el síntoma más grave de esta enfermedad. Como se ha mencionado anteriormente, las personas con bufonofobia pueden sufrir una ansiedad tan grave que tienen que ser hospitalizadas.

Este es un síntoma extremo que no debería estar presente en la mayoría de las personas con este trastorno. Sin embargo, los ataques de pánico no son desconocidos en los pacientes con trastornos de ansiedad.

Además, pueden tomar decisiones de estilo de vida basadas únicamente en su trastorno de pánico. Por ejemplo, pueden elegir vivir en una gran ciudad en lugar de una zona rural porque tienen miedo a los sapos. Pueden creer que tienen menos probabilidades de encontrar sapos si viven en una ciudad densamente poblada, o pueden creer que tienen más probabilidades de encontrar sapos si viven en una zona campestre.

También puede padecer otras enfermedades mentales, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Si estás tan obsesionado con los sapos que interfieren en tu vida diaria, es muy posible que desarrolles este último trastorno.

Síntomas físicos

Cuando aparece o se ve un estímulo fóbico, se produce un aumento independiente de la actividad del sistema nervioso, que provoca muchos cambios en el organismo.

  • Alteraciones gastrointestinales.
  • Aumento rápido de la frecuencia cardíaca.
  • Desmayos.
  • Mareos o temblores.
  • Me siento confundido.
  • Náuseas.
  • Sensación de falta de aire.
  • Sensación de presión en el pecho.
  • Sudoración excesiva.

Síntomas cognitivos

Las personas con bufonofobia asocian a los sapos y anfibios similares a los sapos con muchas creencias irracionales. Esta percepción distorsionada de la verdad conduce al desarrollo de esta fobia, que se caracteriza por muchas creencias infundadas sobre las características y rasgos de los sapos.

Este síntoma cognitivo se manifiesta en afirmaciones como:

  • Especulación involuntaria sobre los sapos
  • Imágenes mentales catastróficas relacionadas con estos anfibios.
  • Miedo a perder el control y a no ser capaz de afrontar el problema adecuadamente.
  • Pensamientos intrusivos, inconscientes y completamente incontrolados sobre los peligros potenciales de los sapos.
  • Sensación de irrealidad.

Síntomas conductuales

Este tipo de trastorno de ansiedad produce una amplia gama de señales de comportamiento y conductas de protesta que se manifiestan en actitudes hacia los estímulos aversivos.

Estos comportamientos y actividades pueden estar dirigidos a evitar el acontecimiento temido o a escapar del estímulo cuando se produce. Considerándose este último comportamiento como una conducta de escape.

El comportamiento de evasión de sapos y ranas es cualquier acción o comportamiento realizado por un individuo para evitar la probabilidad de encontrarse con un sapo o una rana. De este modo, pueden evitar temporalmente la incomodidad y la ansiedad que puede provocar el animal.

En el caso del comportamiento de huida, si no es posible evitar el encuentro con un estímulo fóbico, se hace todo lo posible para escapar lo más rápido posible.

Tratamiento de la bufonofobia

Se pueden recetar medicamentos, pero es importante recordar que estos medicamentos tienen efectos secundarios y síntomas de abstinencia que pueden ser graves. También es importante recordar que la medicación no cura las fobias, sino que sólo las suprime temporalmente.

Desgraciadamente, por eso muchas personas recurren a las drogas ilegales y al alcohol, pero ni siquiera éstas curan la fobia y pueden conducir a la adicción.

Las fobias pueden tratarse con diversas intervenciones terapéuticas:

  1. Desensibilización somática

Este es uno de los tratamientos más comunes para las fobias y una forma eficaz de desensibilizar al paciente.

En este tratamiento, el cliente fóbico es expuesto gradualmente a estímulos de diferente duración e intensidad. El objetivo de la desensibilización sistémica es eliminar el estímulo del miedo y sustituirlo por una «respuesta de relajación«.

La duración de la exposición al estímulo fóbico no es constante, por lo que la persona puede utilizar técnicas de relajación y volver a la situación anterior, no amenazante, en cualquier momento.

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC)

En la TCC, el terapeuta ayuda al consumidor a organizar sus pensamientos de forma que le conduzcan a la conducta deseada.

Esta terapia es eficaz porque una vez que se cambian los pensamientos y las actitudes cognitivas, tiene un efecto duradero en el comportamiento.

El terapeuta ayuda al afectado a descubrir las razones de sus pensamientos y acciones.

  • Programa neurolingüístico (PNL)

En esta terapia, se invita al paciente a:

  • Conocer su fobia en un entorno seguro.
  • Ser capaces de recrear tanto los miedos como los sentimientos de felicidad.
  • Distanciarse de la fobia.
  • Reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR).

La MBSR le ayuda a tomar conciencia de sus pensamientos y sentimientos y a reducir las distracciones del entorno.

  • No prestamos atención a cómo procesamos los numerosos estímulos que nos afectan.
  • No prestamos atención a cómo siente y reacciona nuestro cuerpo, a nuestros pensamientos y a cómo éstos afectan a nuestros sentimientos.

Durante la MBSR, el paciente «despierta» y experimenta realmente sus múltiples sensaciones. La palabra clave es la concentración y enfoque.

  • Terapias grupales

La terapia de grupo es uno de los tratamientos más eficaces para las fobias. En este caso, el paciente no es un paciente solitario.

Este grupo de personas sufre el mismo tipo de fobia o miedo. Se reúnen para compartir pensamientos, experiencias y estrategias de afrontamiento.

  • Medicamentos

Si los síntomas de la bufonofobia son graves e interfieren en la vida diaria del paciente, los psiquiatras prescriben una serie de fármacos.

  • Ansiolíticos (antipsicóticos). Estos deben ser tomados en consulta con el médico y no deben ser iniciados o suspendidos por su cuenta.
  • Antidepresivos. Los antidepresivos se utilizan no sólo para tratar la depresión, sino también para aliviar los síntomas de las fobias, como la bufonofobia.

Puede que no sean tan eficaces como la medicación por sí sola, pero cuando se utilizan en combinación con el tratamiento pueden tener un mejor efecto.

Preguntas frecuentes

¿Con qué frecuencia se produce la fobia a las ranas?

No hay información específica sobre la frecuencia con la que se produce la fobia a las ranas. Sin embargo, se sabe que algunas fobias son muy comunes en general.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), el 12,5% de los adultos estadounidenses experimentan una fobia específica en algún momento de su vida.

¿Existen otras fobias relacionadas con los animales?

La zoofobia es un miedo o fobia profunda a todo tipo de animales. Sin embargo, como hemos visto, estas fobias suelen estar asociadas a animales concretos y tienen diferentes nombres según su función. Estas son algunas fobias a los animales.

  • Ailurofobia: fobia a los gatos.
  • Apifobia: fobia a las abejas.
  • Aracnofobia: miedo a las arañas.
  • Entomofobia: miedo a los insectos.
  • Insectofobia: fobia a los insectos.
  • Ictiofobia: miedo a los peces.
  • Musofobia: miedo a las ratas.
  • Ofidiofobia: miedo a las serpientes.
  • Ornofobia: fobia a las aves.

Fuentes